Fisker se declaro en quiebra y todavía no ha dicho qué tipo de soporte continuo estará disponible para los propietarios.
Es posible que la reventa del modelo Ocean EV, el trabajo de garantía, las piezas y el soporte simplemente hayan dejado de existir, aunque no está claro en este momento.
El segundo intento de Henrik Fisker de construir una compañía de automóviles eléctricos se topó con un obstáculo, y fue con la presentación del Capítulo 11 de protección por bancarrota en un tribunal de Delaware por parte de Fisker, que tiene sede en Los Ángeles.
La compañía emitió un comunicado culpando a varios obstáculos macroeconómicos y de mercado y dijo que está en conversaciones con acreedores sobre el financiamiento del deudor en posesión y la venta de los activos restantes.
En documentos judiciales vistos por Reuters, Fisker estimó sus activos restantes entre 500 millones y 1.000 millones de dólares, y sus pasivos entre 100 millones y 500 millones de dólares.
Una startup de vehículos eléctricos anterior llamada Fisker, también fundada y dirigida por Henrik Fisker, quebró en 2013 y sus activos restantes se vendieron a Wanxiang, un proveedor chino de baterías que luego revivió la empresa y la rebautizó como Karma.
El nuevo Fisker se fundó en 2016 y logró iniciar las entregas de un SUV compacto eléctrico llamado Ocean en el 2023.
Fisker logró construir aproximadamente 10.000 ejemplares del Ocean en una planta austriaca operada por el fabricante contratado Magna Steyr antes de que se detuviera la producción en marzo.
Reuters informó que se entregaron alrededor de 4.700 de esos autos a los clientes.
Fisker redujo drásticamente los precios del Ocean en los últimos meses y las existencias restantes pueden ofrecerse con mayores descuentos, aunque existen importantes advertencias que los consumidores deben tener en cuenta al comprar un vehículo de un fabricante de automóviles en quiebra.
Más allá de la caída obvia en el valor de reventa, obtener reparaciones, repuestos o servicios en garantía puede ser difícil de conseguir o completamente inexistente.
En algunos casos, las empresas pueden comprar repuestos o hacerse cargo del servicio de la marca hundida y continuar apoyando a los propietarios en los años venideros. Ya sucedió con algunas marcas.
Pero Fisker no ha dicho qué soporte estará disponible para los propietarios de Ocean.
Esta bancarrota será el puntapié inicial para otras pequeñas automotrices de vehículos eléctricos?. Ya veremos