A menudo se dice que conducir da alegría. Sin embargo, cuando se consideran las oscuras condiciones invernales que afectan a algunas zonas de Europa, este sentimiento adquiere un significado más profundo.
Surge la pregunta:
¿Puede realmente la conducción tener un efecto positivo contra la tristeza invernal?
Con el escenario de Rjukan (Noruega), donde los inviernos pueden durar casi seis meses, las temperaturas descienden con frecuencia por debajo de los valores negativos y apenas se ve el sol, se llevó a cabo un experimento social para responder a esta pregunta.
Durante cuatro días, un selecto grupo de participantes de Rjukan (Noruega) y alrededores, que padecen trastorno afectivo estacional, tuvieron la oportunidad de probar IONIQ 5 N. Los resultados exploraron el potencial de este coche eléctrico de altas prestaciones para levantar el ánimo y aportar alegría, especialmente en el contexto de la tristeza invernal.
Medición de la profundidad de la alegría
Para descubrir el potencial de IONIQ 5 N, el experimento recurrió a la neurocientífica Shani Tal para medir la «Profundidad de la Alegría» o «DOJO», una nueva forma de explorar el impacto emocional de conducir un IONIQ 5 N.
IONIQ 5 N era el modelo perfecto para el experimento, ya que representa un nuevo segmento de coches eléctricos de altas prestaciones centrados en el conductor, con nuevas tecnologías y una elevada capacidad en circuito.
Con una potencia máxima de 650 CV y un par motor de 770 Nm, IONIQ 5 N puede acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 3,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 260 km/h. Equipado con funciones como N Grin Boost, N Drift Optimizer y N Launch Control, este coche eléctrico de altas prestaciones ofrece la máxima emoción.
El experimento se organizó para profundizar en la psicología de los participantes y se centró en una serie de mediciones biométricas para medir el DOJO. Desde el punto de vista de la neurociencia, Tal y su equipo aplicaron la Matriz de Arousal-Valence para cartografiar las emociones de los participantes.
El modelo utiliza dos dimensiones de las respuestas afectivas, la «valencia» (que determina si la experiencia se percibe positiva o negativamente) y la «arousal» (la intensidad de la experiencia).
Utilizando un gorro EEG (electroencefalograma) y una interfaz cerebro-ordenador (BCI) para mostrar la actividad eléctrica del cerebro, el equipo de experimentación se centró en métricas como la potencia alfa y la asimetría alfa frontal (que representan el valence), mientras que un sensor biométrico cutáneo registraba la actividad electrodérmica (EDA) y la variabilidad de la frecuencia cardiaca (HRV) (que registra la excitación).
El plan científico se ejecutó metódicamente, comenzando con el reclutamiento de 20 participantes predispuestos a experimentar la tristeza invernal. De este modo se consiguió un lienzo ideal para evaluar el impacto potencial de IONIQ 5 N.
El diseño experimental abarcó tres fases cruciales: mediciones de referencia realizadas antes de las pruebas de conducción, mediciones durante las pruebas de conducción y evaluaciones posteriores a las pruebas de conducción sobre los efectos a largo plazo, cada una de ellas puntuada por cuestionarios y registros biométricos detallados.
A medida que los participantes se embarcaban en sus pruebas de conducción, la anticipación era visible, con cada momento capturado por grabaciones de vídeo y sensores biométricos.
Con una hipótesis basada en la expectativa de un aumento del DOJO durante las pruebas de conducción, el equipo de Tal anticipó una representación del DOJO que englobaba las dimensiones de valencia y excitación de las respuestas afectivas.
La hipótesis era que los resultados revelarían un aumento del DOJO durante la conducción, seguido de una elevación sostenida tras el experimento.
Los resultados
A través de un análisis exhaustivo de los datos fisiológicos y autoinformados, el experimento reveló resultados convincentes asociados a la conducción de IONIQ 5 N en un entorno invernal.
El análisis cuantitativo reveló que un rotundo 75% de los conductores experimentaron una notable respuesta emocional positiva tras sus pruebas de conducción.
De media, los participantes mostraron un notable aumento del 28% en la métrica exploratoria DOJO en comparación con la línea de base, con un rango de reacción positiva de hasta el 67% tras la prueba de conducción, lo que indica que IONIQ 5 N puede evocar respuestas emocionales positivas en un amplio rango de participantes.
Los datos cualitativos se hicieron eco de estos sentimientos, ya que el 87,5% de los participantes afirmaron sentirse más positivos después de conducir el modelo IONIQ 5 N en comparación con la situación inicial. Esta concordancia entre las experiencias subjetivas y las respuestas fisiológicas reafirmó el potencial del modelo para mejorar el bienestar emocional.
Entre las diversas mediciones biométricas, la EDA resultó ser la más influyente, con un cambio medio del 22% en todos los participantes. De cerca, la asimetría alfa frontal mostró un notable aumento medio del 17%, indicativo de un procesamiento emocional más positivo.
El análisis de la VFC reveló una disminución de la excitación en el 62,5% de los participantes, con un descenso medio del 14% tras la conducción. Los datos confirman que conducir un IONIQ 5 N lleva el DOJO a otro nivel.
Aunque estos resultados proporcionan una base convincente para el concepto de DOJO como marco teórico para evaluar las respuestas emocionales, el experimento también puso relevancia en la necesidad de más investigación y validación.
No obstante, los resultados son un testimonio del compromiso de Hyundai con la innovación y su búsqueda inquebrantable de la mejora de la experiencia humana a través de la tecnología automovilística de vanguardia.
La alegría de conducir
En este experimento se midió por primera vez el concepto de DOJO, un hito en la exploración de las respuestas emocionales a las experiencias de conducción. DOJO surge como una métrica que ofrece información sobre las diversas reacciones emocionales tras conducir un IONIQ 5 N en las difíciles condiciones invernales de Noruega.
Aunque el bioanálisis en el contexto de la conducción no es del todo novedoso, sí lo es el hecho de que el experimento se centre en el clima invernal y su impacto en los participantes que sufren síntomas depresivos. Se trata de una exploración pionera de la dinámica emocional de las personas que circulan por carreteras heladas y en condiciones de oscuridad.
Más allá del contexto automovilístico, el experimento suscita profundas preguntas sobre la intersección de las emociones humanas, la tecnología y los factores ambientales. Abre la puerta a nuevas investigaciones sobre las implicaciones más generales del análisis biométrico en la comprensión y mejora de las experiencias humanas en diversos contextos.
Por último, el compromiso con la innovación va más allá del avance tecnológico, ya que refleja una comprensión más profunda de la naturaleza humana y el potencial para aumentar el bienestar emocional, incluso en las condiciones más oscuras.
Al contemplar las implicaciones de DOJO, el experimento sirve de modelo para futuras exploraciones de la tecnología y las emociones humanas.