La producción de automóviles en México no sólo experimentó su peor caída en 10 años desde la crisis económica global de 2009, al punto en que firmas como Mazda produjeron hasta 50% menos unidades en los primeros nueve meses del año, sino que el debilitamiento del consumo hizo que la industria automotriz nacional hilara 29 meses de pérdidas y que viviera su peor octubre desde 2014, al vender 8.9% menos unidades que el año pasado.
Este desplome del sector, reportado con cifras del Inegi y de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), parecería estar favoreciendo la compra-venta de vehículos usados y sem-inuevos.
Y es que de acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), los financiamientos para adquirir autos semi-nuevos crecieron a doble dígito (12.1%), mientras que los créditos para autos nuevos se desplomaron 10.4% entre enero y septiembre del presente año.
Esta tendencia fue confirmada por el sitio Mercado Libre, cuya oferta de automóviles usados ha presentado un crecimiento de 8% respecto al 2018.
De acuerdo con la plataforma de comercio electrónico, en cuanto a ingresos por concepto de operaciones de compra-venta, la cifra es más impactante, pues éstos crecieron 39% en comparación con el año pasado.
Cabe destacar que mientras en las concesionarias de autos se han registrado caídas de 5.7% en la venta de autos subcompactos nuevos y de 14.6% en compactos, según datos de la AMDA, la mitad de las unidades a la venta en Mercado Libre pertenecen a estos segmentos.
Todo esto vendría a ser indicador de que ante la caída en la venta de los vehículos nuevos se abre una disposición mayor por parte de los consumidores para adquirir vehículos que requieran una menor inversión, como es el caso de los semi-nuevos.
Otro elemento que estaría favoreciendo una mayor movilidad en el inventario de los vehículos con dueños anteriores, es que las plataformas electrónicas ya están construyendo alianzas estratégicas con diferentes entidades financieras, bancarias y aseguradoras, con el fin de dar un valor añadido en forma de beneficios, descuentos y tasas preferenciales para los usuarios.