Un reconocido modelo de Mitsubishi entra al Salón de la Fama del Automóvil de Japón

Mitsubishi anuncia que la primera generación del Pajero (en otros países llamado Montero), lanzado en 1982, ha sido seleccionado para su incorporación por el Salón de la Fama del Automóvil de Japón (JAHFA) por sus decisivas contribuciones a la historia del automóvil a nivel mundial.

El primer Montero se lanzó en 1982 como un vehículo que combinaba un excelente comportamiento 4×4 con la facilidad de uso para el día a día de un automóvil de pasajeros.

Durante su historia logró el apoyo de innumerables usuarios y estableció una sólida posición como uno de los líderes del auge de los vehículos recreativos y 4×4 en Japón. Se fabricaron un total de 3,25 millones de unidades a lo largo de sus cuatro generaciones hasta que finalizó la producción en 2021.

Se ha exportado a más de 170 países y es amado por fanáticos de todo el mundo. En Japón, el Montero se convirtió en un modelo icónico de Mitsubishi Motors, derivando en distintas series como el Pajero Mini kei-car en 1994, el SUV compacto Pajero Junior en 1995 y el SUV compacto Pajero iO en 1998.

En el ámbito del deporte de motor, el Montero compitió por primera vez en 1983 en el rally más duro del mundo, el Rally Dakar, consiguiendo la victoria en 1985, la primera para un vehículo japonés.

Compitió en el Dakar 26 veces y obtuvo un total de 12 victorias, incluidas siete victorias consecutivas, lo que demuestra sus excelentes prestaciones en cualquier terreno y su extrema durabilidad.

Los conocimientos adquiridos a través de su experiencia en el ámbito del deporte de motor se aprovecharon para mejorar el atractivo del producto, así como otros modelos de producción.

Su tecnología de tracción a las cuatro ruedas, así como su durabilidad, seguridad y fortaleza, siguen siendo aspectos centrales que hacen que los vehículos de Mitsubishi Motors sean lo que son.

Hoy en día, gracias a vehículos como el Montero, Mitsubishi Motors sigue ofreciendo estilos de vida de movilidad satisfactorios que despiertan el espíritu aventurero de los conductores.