La petrolera Shell está en proceso de adquirir la empresa de red de recarga de vehículos eléctricos Volta.
El operador de la red de carga, Volta, anunció esta semana que Shell USA Inc. adquirirá todas las acciones ordinarias Clase A en circulación de la compañía de carga de vehículos eléctricos por $0,86 dólares cada una en efectivo.
Se espera que el acuerdo se finalice antes de la segunda mitad del año.
Shell y otras grandes compañías petroleras están perfectamente posicionadas para hacer posible la expansión de una red de carga de vehículos eléctricos de la manera más conveniente, lo que puede ayudar a aliviar las preocupaciones sobre la ansiedad por la autonomía.
Al ayudar a hacer crecer una red de carga práctica, Shell puede aprovechar a los primeros usuarios y, al mismo tiempo, convertirse en una fuente confiable de energía para vehículos eléctricos en el futuro, cuando los vehículos eléctricos sean la única forma de transporte disponible para nosotros.
Al expandir su alcance a los cargadores de vehículos eléctricos, Shell estará preparada para un futuro con o sin gasolina.
“Tanto Volta como Shell tienen una capacidad demostrada para satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes, y esta adquisición reunirá esa experiencia para brindar las opciones que se necesitan a medida que más conductores eligen la electricidad”, dijo Vince Cubbage, director ejecutivo interino de Volta.
Entre otras razones, la adopción lenta de los vehículos eléctricos en comparación con los vehículos tradicionales se puede atribuir a factores como la ansiedad por la autonomía y una infraestructura de carga deficiente. Si bien el gobierno de los EE. UU. ha intervenido para ayudar, aún queda mucho trabajo por hacer.
Incluso los fabricantes de automóviles más allá de Tesla han decidido asumir el desafío de mejorar la red de carga; Mercedes-Benz ha anunciado su intención de construir más de 10.000 puntos de recarga en todo el mundo, empezando por Norteamérica.
Esta es una noticia alentadora para aquellos que se han apresurado a adoptar los vehículos eléctricos desde el principio, pero no es necesariamente indicativo de un sentimiento cambiante entre los grandes ejecutivos del petróleo.
Compañías como Shell han estado considerando invertir más en infraestructura EV durante años, pero solo ofrecerán lo que pide el mercado.
Los políticos de algunos estados se oponen a los vehículos eléctricos y trabajarán para desalentar su adopción, mientras que otros han adoptado la idea de un futuro sin emisiones.
En pocas palabras, este movimiento de Shell significa que tanto los fabricantes de automóviles como los gigantes de la energía se están preparando para las dos caras de la misma moneda.